La ética conduce a la felicidad

 

¿Y qué es la ética? Estoy segura que vinieron muchas cosas a tu mente y se vuelve un tema polémico desde el primer instante, pero vamos a definirla: «Ética es el entendimiento de que todo aquello que le das a los demás, te regresará multiplicado, si eso traerá felicidad a ti y a los demás, es ético. Si eso traerá sufrimiento a ti y/o a los demás, no es ético»; en otras palabras, es el famoso dicho de «cosechas lo que siembras» y podríamos revisar a profundidad a qué nos referimos con esto, puesto que es muy familiar para nuestra cultura, pero si no lo observas estamos acostumbrados a usarlo para todas aquellas cosas buenas que tenemos en nuestra vida como son la titulación de tu carrera profesional, el puesto de trabajo que querías, obtener el auto de tus sueños y muchas otras cosas más… pero no es igual cuando algo desafortunado sucede en nuestra vida como un divorcio, un despido en el trabajo, la traición de un amigo o una persona poco dispuesta ayudarte a solucionar un problema en el call center de tu banco. En estos últimos casos, no son algo que normalmente asociaríamos como algo que sembramos nosotros, lo minimizamos diciendo que somos víctimas de las circunstancias o quizá que solo fue casualidad de la vida estar en esa situación, fue un tema de “mala suerte» o algo al azar.

 

Pero ¿por qué sería distinto que algo bueno que tengo en mi vida si sea el resultado de lo que he sembrado en el pasado y algo no «placentero», por no decirlo malo, no  lo sea? Si estás en el punto en el que quieres tomar las riendas de tu vida y no quieres ser más víctima de la vida o las circunstancias, esto es algo que puede ayudarte a cuidar que lo que siembras sean las causas de lo que realmente te lleve a alcanzar tus metas y que sea lo que quieres experimentar.

 

Esto no es algo que yo inventé, ni que yo descubrí por ser muy inteligente, al contrario, lo encontré en uno de los momentos más difíciles de mi vida, cuando había logrado uno de mis más grandes sueños y no encontré la felicidad que se suponía estaría ahí en cuanto lo lograra. Esto que te voy a compartir viene de los textos más antiguos de la humanidad, incluso si quieres ir a Google y buscar cuál es el texto impreso más antiguo de la humanidad, encontrarás que es «The Diamond Cutter Sutra», de ahí viene esto que te voy a compartir. Claro, no está en nuestro idioma, ni está adaptado a nuestra vida moderna, pero afortunadamente hay un grupo de personas maravillosas que desde hace más de 25 años tiene un proyecto que se llama ACIP (Asian Classics Input Project) y se dedican rescatar estos textos, digitalizarlos, transcribirlos y traducirlos para ponerlos a nuestro alcance y que se extienda toda esa sabiduría que nos ayuda a miles y millones de personas alrededor del mundo para tener herramientas que hagan nuestras vidas más fáciles y plenas.

 

Así que la primera cosa que te invitaría a hacer es una reflexión sobre tus más grandes sueños en la vida y si hoy en día ya haces algo para alcanzarlos. Por otro lado, también reflexiona sobre cuáles son tus más grandes miedos y si hay algo que hagas que te esté acercando a que se vuelvan realidad ¿Para qué te sirve esto? para que te asegures de estar sembrando las causas que te ayudarán a lograr tus metas y también de eliminar todas esas que te provocan miedo. Para ello te comparto dos grandes herramientas que son parte de mi vida hoy en día.

 

La primera de estas herramientas se llama «Los 4 pasos». Con esta podrás sembrar la semilla de cualquier meta que quieras alcanzar, no importa el tamaño de esta meta, puede ser algo muy pequeño y sutil como, quizá, sentirte tranquila, satisfecha, menos triste, reconocida, o incluso de cosas materiales como dinero, encontrar un empleo, tener un auto nuevo, el peso ideal que deseas o hasta cosas más grandes como tener una casa, viajar al otro lado del mundo por tres meses con todos los gastos pagados. Todo es posible pero tendrás que trabajar y asegurarte de hacer “Los 4 pasos”,  no puedes quedarte haciendo solo dos o tres, asegúrate de hacer los cuatro.

 

  1. Di en una frase corta, clara y medible que es lo que quieres.
  2. Encuentra a alguien que quiera lo mismo que tú o algo similar y haz un plan para ayudarle. Es decir, elige a quién ayudarás, cuándo, cómo y dónde te reunirás con esa persona para ayudarle a hacer un plan para alcanzar sus metas.
  3. Lleva a cabo el plan y ayúdale. Aquí es donde sembramos la semilla.
  4. Haz la meditación del café. Se trata de alegrarte de haber ayudado a alguien más a alcanzar su meta.

 

Si haces “Los 4 pasos”, te aseguras de sembrar la semilla para tener lo que quieres. Incluso hasta cumple esta famosa frase que a veces puede sonar un poco trillado pero que no es casualidad: «dale a otros lo que quieres para ti», pues al ayudar a otros a ser exitosos, siembras las semillas para tu éxito personal. Para el cómo llegará déjate sorprender, tu semilla puede abrir de muchas formas que ni te imaginas.

 

Por otro lado, si esto ya te hizo sentido, seguramente ya estarán llegando a tu mente todas aquellas semillas que sembramos en el pasado de las que no nos sentimos orgullosos o simplemente no queremos recibir lo mismo, así que para esto te ayudará esta herramienta que llamamos «Los 4 poderes» con ella podrás trabajar todas aquellas semillas de las que te arrepientes haber sembrado en el pasado o si tienes algún problema que quieras eliminar de tu vida ¡úsala!, esto eliminará la causa que lo generó.

 

Los 4 poderes

 

  1. Recuerda de dónde viene todo. Pregúntate: ¿sembré algo similar en el pasado al darle alguien más lo que no quiero para mí?
  2. Arrepentimiento inteligente. Una vez que reconociste que lo que sembraste en el pasado no estuvo bien, toma la fuerte determinación de no tener más de eso en tu vida. No te enganches con la culpa, eso no te ayudará en nada, solo te quitará el tiempo, el cual es muy útil para sembrar el tercer y cuarto poder.
  3. Haz una promesa de no volver a sembrar esa semilla en un tipo razonable. Cada quien sabe con qué frecuencia hace eso a los demás, así que sé razonable con algo que represente un reto pero alcanzable, porque no queremos plantar doble mala semilla por no haber cumplido la promesa y por volver a sembrar la misma mala semilla.
  4. Haz una acción que balancee esa semilla. Para resarcir esa mala acción, haz algo contrario. Quizá si tomaste algo que no era tuyo, podrías donar algo, porque lo contrario a tomar es dar. Así que eso balancear la semilla. Haz lo opuesto a tu semilla que estés trabajando.

 

“Los 4 poderes” puedes usarlos para cada mala semilla que has sembrado en el pasado, muchas veces no hemos sembrado solo una, así que deberás practicarlos varias veces para lograr que los problemas se acaben, tomará un poco de tiempo, así que sé paciente y persistente. Las semillas nuevas tomas tiempo en germinar y darnos frutos, no te rindas.

 

AUTOR: Anaí Luis Rojo

 

Si quieres conocer más sobre las semillas que debes trabajar para tus metas, puedes encontrar a Anaí Luis en Facebook, Instagram y YouTube como @anailuisrojo.