Contenidos
- 1 Vivir consciente… despierta y ama tu vida
- 1.1 ¿Qué es vivir consciente?
- 1.2 ¿Cómo empiezo mi proceso?
- 1.3 Señales de que ya estás despertando
- 1.4 Herramientas para tu proceso
- 1.5 ¿Qué es vivir consciente?
- 1.6 ¿Cómo puedo comenzar este proceso?
- 1.7 Señales de que ya estás despertando en conciencia:
- 1.8 Herramientas para tu proceso
- 1.9 Conoce el taller que te ayudará a iniciar un 2022 con la mejor versión de ti
Vivir consciente… despierta y ama tu vida
-
¿Qué es vivir consciente?
-
¿Cómo empiezo mi proceso?
-
Señales de que ya estás despertando
-
Herramientas para tu proceso
¿Qué es vivir consciente?
Vivir consciente no es necesariamente prever sucesos negativos, es más bien abrir tu visión hacia tu interior, voltear el visor de tu perspectiva externa del mundo hacia tu visor de lo que ocurre en ti para poder accionar desde tu conciencia.
Ser consciente de ti, implica un proceso de autoconocimiento donde la incomodidad y las emociones oscuras vienen con ese camino, pues abres la caja de pandora de tus creencias limitantes, de tus miedos más profundos y en general de todo lo que por muchos años evitaste prestarle atención pues considerabas que quizá no tenia caso, o que podía doler rascar en ciertos momentos de tu vida.
La historia que experimentaste fue como tenía que ser, te has cruzado con los maestros de vida que debías cruzarte, todo lo que forma parte de ti es exactamente perfecto, la clave está en reconocerlo, aceptarlo y encontrar qué hacer con los aprendizajes vividos.
Ser consciente conlleva la gran consecuencia de hacernos cargo de nosotras mismas, un acto de amor y resiliencia que es importante que ejerzamos, sin responsabilizarnos de nuestra vida dejaremos inevitablemente de vivirla.
Podemos vivir toda nuestra vida siendo víctimas del destino, víctimas de lo que nos sucede y de lo que “los demás nos hacen”, lo que por lo general provoca vivir en la sombra de nuestras emociones, con inseguridades que crecerán incontrolablemente y con impotencia de estar a merced de cualquier ser al que amemos.
El proceso de despertar de consciencia tiene rutas engañosas que “el ego” puede jugarnos, una es sentir que sólo tú ves la verdad absoluta, que por un lado es cierto, pues te haces consciente de TÚ realidad y el impacto que tienes en ti, la diferencia está en tener la humildad de aceptar que nunca dejarás de aprender más sobre ti y sobre lo que puedes lograr en tu entorno.
¿Cómo puedo comenzar este proceso?
Ser honesta contigo misma no es negociable, reconocer que tienes dolores, inquietudes, bloqueos y que puedes hacer algo por ti buscando soluciones es un gran paso, cuestionarte en conciencia de tus propias creencias es básico para que puedas identificar quién eres en realidad y lo que quieres. Busca las respuestas dentro de ti, por más que puedas dudar, siempre tienes en tu interior la solución a cualquier situación, confía en tus decisiones, sólo tú puedes crear la realidad que deseas, accionando a tu favor y priorizándote asertivamente.
Señales de que ya estás despertando en conciencia:
- Tienes dudas de cómo solucionar tus patrones
- Comienzas a cuestionarte si tus errores tienen solución
- Te genera ruido sentir tantas emociones por un hecho aparentemente sin importancia
- Te gustaría sanar lo que te duele, aunque no sepas por dónde empezar, pero ese es el primer paso de observar
- Te interesan conversaciones existenciales y buscas información sobre temas espirituales y de conciencia Universal
- Te gustaría tener un entorno mejor y por lo tanto ser mejor para ti
- Te sientes más sensible y empática con la vida en general
- Cada vez te sientes más dispuesta a generar cambios en tu vida
Estas son algunas de las señales que puedes observar en ti, que te pueden resonar para que comiences a generar cambios importantes en tu vida.
A continuación te brindaremos algunas herramientas para que puedas comenzar este duro pero significativo camino al despertar de conciencia.
Herramientas para tu proceso
OBSÉRVATE: Observación consciente de tus pensamientos, emociones y acciones
Comenzarás a darte cuenta de tus creencias limitantes, autosaboteos e inseguridades basadas en miedos que no pueden seguirte siempre.
CUESTIÓNATE… ¿PARA QUÉ…?
El por qué sólo justificará lo que estás viviendo en consecuencia a algún suceso o querrás buscar por medio de alguna respuesta la razón de tus problemas, la clave es avanzar, busca en el para qué de tu futuro el por qué de tu presente, es un ejercicio de conciencia que al principio puede ser confuso, pero te hará hacerte cargo de tus decisiones. Por ejemplo, ¿Para qué seguir en un trabajo donde no me siento cómoda? el por qué podría ser debido a la economía, miedo a fracasar, conflictos emocionales que te genera el cambio, etc… pero si te preguntas para qué con honestidad a lo que ya no quieres, comenzarás a pensar a futuro y te darás cuenta que vale más un cambio que aparenta generar inestabilidad, que una constante pared de limitaciones, pues depende de ti generar los cambios para vivir mejor.
SÉ CONGRUENTE
Busca el equilibrio desde la auto observación entre tus pensamientos, palabras y acciones, comienza por ti, no por el exterior, si tu interior no está equilibrado nada en tu entorno podrá estarlo. Comienza observando las promesas que te haces y no te cumples, los proyectos que comienzas y no concluyes, la llamada que dijiste que harías y dejaste para luego una y otra vez, las maldiciones que te dices cuando algo no sale como esperabas y quieres que las personas te hablen con respeto, necesitas tener congruencia de ti para ti para poder ver congruencia en tu entorno.
INTENCIÓN EN TUS DÍAS
Vive con sentido de un cometido por día, es decir, ten intención clara de ser más tolerante, más organizada, cumplir con lo que dices, ser empática con tus necesidades, etc.
Establécete metas logrables por día que sepas que te harán mejorar y te ayuden a darte estructura interior, seguridad de ti y sobre todo que te permitan regalarte al final del día reconocimiento de lo que logras sin juicio por errores o faltas que cometas.
Todo tiene solución y mientras observes qué sucedió, qué te provocó y qué hacer al respecto, la culpa no tiene entrada pues tomarás acción sobre ello, pero no dejes de reconocerte lo positivo que logras cada día.