¿Eres afortunada o merecedora de la vida que tienes?

 

Ser afortunada-Despertar Conscientes

 

Ser afortunada

El concepto de ser afortunada procede de afortunar, un verbo que solía usarse con referencia a propiciar que una persona sea dichosa o goce de fortuna. Afortunado, de este modo, es un adjetivo que califica a quién dispone de una suerte favorable o a aquel que se siente pleno y feliz.

Cuando el término se vincula a la satisfacción, es habitual que aluda a quien está conforme con alguna situación o con su vida en general. Cuando se dice que una persona es afortunada, nunca se sabe bien qué quiere decir eso. Y es que en realidad el éxito, la fortuna y la felicidad son conceptos relativos; dependen de lo que espere cada persona.

Sin embargo, hoy en día parece que todo el mundo tiene una receta para la felicidad, y por eso, puede que sientas que siempre te falta algo. Nunca te sientes satisfecho con tu vida, porque siempre falta algo, pues los afortunados son los que tienen ese coche, esa pareja, esa casa o esa familia que aparentemente a ti te gustaría tener.

La fortuna en sentido de suerte, es simplemente aprovechar las oportunidades que se han presentado al azar y que no es para todas las personas. La gente ansiosa o neurótica tiene una menor predisposición a identificar y aprovechar las oportunidades. Estas oportunidades son notadas principalmente por la intuición y las identificamos por “casualidad” aparentemente. el término intuición, proveniente del latín intuitio,“mirar hacia adentro”, nosotras pensamos que todas las respuestas se encuentran dentro.

Hay distintos conceptos de una persona “afortunada”, y solemos verlo comúnmente como algo especial, pero, de hecho, no es algo que debería ser sorpresivo pues, todos somos merecedores de tener fortuna, ya se material o espiritual, solo se trata de verlo y ser receptivos.

Todos queremos tener más, la sociedad te hace ver que nada es suficiente, que nunca estás en el momento ideal, lo que no nos preguntamos nunca es: ¿comparado con qué o quién?

Ser merecedora-Despertar Conscientes

¿Te cuesta sentirte merecedora?

Por lo general, cuando logramos cosas que queremos nos queda un sentimiento de incredulidad, festejamos no desde sentirnos merecedoras, si no desde algo que sucede por casualidad o por bendición de la vida, cuando sencillamente es algo por lo que trabajamos o pedimos; cuando simplemente alguien nos chulea, en vez de solo agradecer y aceptar el cumplido, respondemos con un “ay que te invito”, el merecimiento nos cuesta mucho reconocerlo como parte de nosotras.

Es complicado identificar porque no nos sentimos merecedoras de las buenas cosas que nos suceden, quizá puedas darte cuenta de ello y puedas cambiar tu discurso ante las cosas que experimentas tomando en cuenta algo de lo que mencionaremos a continuación.

1. Sientes que eres arrogante o presumida si mencionas lo inteligente o capaz que eres.

La humildad la confundimos con anular nuestros éxitos, desde que estamos chiquitas hemos escuchado o aprendido que es de muy mal gusto presumir lo que tienes o has logrado. Nos decían que debíamos ser modestas y no arrogantes… está bien siempre y cuando sepas reconocer tus virtudes, aptitudes y capacidades. El no ser soberbias no implica no reconocernos a nosotras mismas para nosotras mismas, es decir, tu autoestima responde a la imagen y concepto que tienes de ti misma y esto lo incluye.

2. Crees que, si renuncias a ese trabajo que no te hace feliz, no encontrarás otro mejor.

Para empezar, ¿Por qué tienes que estar en donde no te sientes feliz?

Trata de buscar dentro de ti las respuestas ante esta situación porque seguramente es algo que te ha caracterizado en relaciones amorosas o incluso familiares, tu estabilidad emocional también se refleja en el trabajo que tienes, y si no es algo que te guste, temo decirte que no te estas ayudando. Date la oportunidad de buscar, de intentar otras cosas, ponte metas cortas y logrables para comenzar a confiar en ti, pero de que te mereces un trabajo mejor… estoy segura de ello, y para comprobarlo solo basta que lo intentes reconociendo las grandes cualidades que tienes.

3. Tus relaciones amorosas son conflictivas o tóxicas.

El problema de romantizar las relaciones amorosas genera que idealices algo que no existe, por lo tanto sientes que tu lograrás cambiar a tu pareja y que sea ese gran príncipe azul perfecto que te prometió Walt Disney que encontrarías, pero en realidad estar en una relación que te produce inestabilidad mental y emocional se debe a que no te sientes merecedora de una relación sana.

Puede ser que se deba a que creciste en un ambiente así de tóxico, o que consideres que esa es la manera de amar o de que te amen, pero pregúntate por un minuto ¿Estoy con la pareja que me merece?, por lo tanto ¿Siempre quise una relación así de dolorosa y desgastante? Si no es así, es tiempo de buscar ayuda profesional para poderme sentirme merecedora de algo mejor.

4. Sientes culpa si te levantas tarde o te das tiempo para descansar.

Ser merecedora de tiempo de calidad para ti, no debería ser cuestionable, pero a veces, descansar implica pensar y reflexionar sobre nuestra vida o las faltas en esta y claro que lo evitaremos a toda costa, ya sea con el pretexto de no tengo tiempo de nada, o no me puedo dar ese lujo por que ganar ese dinero es importante. Pues te tengo una noticia, tu cuerpo se merece descansar, así como tu mente. Tú eres merecedora de una buena salud y eso también requiere de tener descanso y reposo.

Darte tiempo para ti siempre será una buena decisión, pruébalo y date ese permiso, verás que los beneficios son innumerables. Intenta meditar, estar en contacto con la naturaleza o simplemente date un día de spa.

Estos son algunos ejemplos que la mayoría de nosotras podemos identificar que son consecuencia de no sentirnos merecedoras de una vida mejor.

Mereces ser feliz-Despertar Conscientes

Te mereces ser feliz

Ser feliz es el sueño “frustrado” de todo el mundo, parecería que no se puede ser feliz por que nunca es suficiente lo que tengamos o logramos, siempre falta algo.

El sentirte plena es un estado aún mejor que cualquier felicidad imaginaria, pues no depende de nada externo, depende solo de ti misma.

Date cuenta

Sin juicio ante ti, reflexiona como te autosaboteas en tus días en cosas que quieres hacer, o en emociones que quieres expresar pero que censuras por que en el fondo no sientes que eres merecedora de eso. Si justificas todo lo que sucede mal a tu alrededor sin entender que pudo ser una consecuencia de algo que tu generaste, evades tu responsabilidad y eso te provocará corroborar que no te lo mereces en tu inconsciente.

Agradece

Tómate un tiempo cada mañana para agradecer y valorar por lo menos 5 cosas diferentes que ya tienes cada día, justo antes de pensar en los 1,000 pendientes que tienes que “cumplir”.

Valorar y prestar atención lo que tienes en tu vida como un cuerpo que te ayuda a realizar todo lo que te propongas, una cama caliente que te permite descansar en las noches, una casa linda a la que llegar, agua caliente para bañarte y relajarte, etc… te generará comenzar el día con otra actitud, pues todo eso lo tienes por que te lo mereces, y si puedes agradecer y observar todas las cosas maravillosas que te rodean, entonces serás afortunada por vivir consciente de una realidad que es mucho mejor de lo que creías.

Vivir en tu presente

Ya hemos escuchado que el presente se llama así por que es un regalo de vivir, pues ese regalo es algo que solemos ignorar por tener nuestros pensamientos o en el pasado o en el futuro, en dos lugares que no existen, que no son reales… el pasado es un recuerdo vago y el futuro no puede ser seguro, así que lo único que si es real y que puedes comprobar es lo que estas experimentando en este momento, tu desayuno… saboréalo y disfrútalo, olvídate de el tránsito… aprovecha ese tiempo para escuchar tus canciones favoritas, escuchar un audio libro, o simplemente has el ejercicio de disfrutar de tu presencia o de la presencia de la persona que te acompañe, poniendo atención a la conversación y sacando el mayor provecho de ese momento; en fin, evita quejarte o enfocarte en lo que no puedes controlar o cambiar, disfruta de lo que estás viviendo y si es algo que no te está gustando, analiza tu emoción, respira y busca el aprendizaje en ella.

Perdónate

Perdona esas actitudes inconscientes que accionas en tu contra, como esa pareja que era agresiva con la que continuaste a pesar de tu bienestar por no sentirte merecedora de algo mejor, esos juicios a tu cuerpo por no ser perfecto como te hicieron creer que tenía que ser y caes en dietas extremas que no cumples o te inscribiste al gimnasio y no tuviste la fuerza de voluntad para ir de forma disciplinada, etc… tú eres merecedora de amarte, cuidarte y consentirte a pesar de lo que digan los demás y el verdadero trabajo está en buscar y desarrollar nuestro amor propio, pues merecemos sentirnos bien con quienes somos.

¿Tú te sientes afortunada o merecedora? ¡Compártenos tu experiencia!