Lecciones de vida que debemos aprender

En Despertar Conscientes consideramos el autoconocimiento una parte fundamental de cualquier crecimiento personal, nosotras mismas estamos en ese proceso y creemos que nunca se termina el camino de aprender, corregir, reaprender y redireccionar.

Dentro de la vida que hemos llevado que consideramos sumamente privilegiada y llena de regalos universales, consideramos importante compartir con ustedes una serie de lecciones de vida que nos han ayudado hasta ahora en este camino. De haberlas sabido antes podríamos haber logrado hacer este proceso más sencillo, o por lo menos más rápido.

Por supuesto cada quién experimentamos de forma diferente cada proceso y cada vivencia dentro de nuestro contexto, pero el resultado siempre será el mismo… experimentar, aprender y mejorar.

A continuación te compartimos algunas lecciones por las que estamos seguras que todas en algún momento pasarán o ya pasaron:

1. Ser responsable de tu vida.

Suena sencillo, y puede ser hasta lógico, pero como lo hemos dicho antes, ser responsable de nosotras implica no echar culpas a los demás, partiendo de que somos responsables de lo que vivimos, que todo viene de nosotras y que nosotras somos los únicos que podemos darle el camino que merecemos a nuestra vida, siendo congruentes y así, saber que nadie hará por nosotras lo que no hagamos nosotras mismas.

2. Es de sabios reconocerse vulnerables y aceptar nuestros errores.

Somos seres vulnerables desde que nacemos, esa es nuestra naturalidad, si reconociéramos en nosotros la vulnerabilidad que tenemos, podríamos reconocer, sin juzgar, vulnerabilidad en el otro, por lo tanto tendríamos empatía pues es un semejante, y en consecuencia no actuaríamos desde un dolor egoísta por ser el juez que dicta el castigo.

Nuestros errores nos dan enseñanzas, aunque sea por alguien más, debemos hacernos cargo de lo que cooperamos en esa situación y aprender de esa experiencia. Reconoce tus debilidades y sabrás que nadie te hará daño pues eso ya no será una herida escondida y sabes como curarla.

3. Vivir realmente es para inteligentes.

¿A qué nos referimos con esto? Definitivamente no a que sean tontas o al que no saben vivir, pero sí a que muchas veces por vivir, justamente dejamos de vivir.

El querer tener siempre dinero para poder comprar algo que impresione a los demás, el buscar la aprobación de tu pareja o amigos, el tratar de lograr metas que ni siquiera son tuyas, el vivir con miedo a que algo salga mal, entre otros ejemplos; es dedicar tu vida a poner atención a lo que te angustia solamente porque es algo que no tienes.

Cambia tu discurso, busca valorar tu presente, lo que sí tienes, las horas que sonríes, la familia tan maravillosamente disfuncional que te hace sentirte orgullosa de ser quién eres, tu casa, tu planta, lo que quieras, pero intenta vivir en tu presente, no en el futuro tratando de alcanzar la felicidad cuando lo logres, trabaja siendo feliz en tu hoy con lo que ya tienes, sabiendo que cuando logres tu meta estarás felizmente satisfecha de tu logro.

4. Ser honestos con nosotros mismas no es negociable.

Podemos engañar a todas las personas que forman parte de nuestra vida mostrando algo que realmente no somos, pero engañarnos no es tan sencillo, se puede lograr, evadiendo situaciones, emociones o problemas, pero inequívocamente surgirán esos monstruos reclamando ser vistos y no sabremos que hacer con ellos.

Aprende a escucharte, aprende a amarte con todo y tus faltas, reconoce tus errores y busca soluciones, pero no busques engañarte con un pantalla que solo es hacia afuera y genera todo menos satisfacción.

 

5. Papá y mamá son nuestros primeros maestros.

Para empezar, genéticamente estamos precargados con cierta información que nos guste o no, forma parte de nosotros, hayan sido como hayan sido, nos hayan generado los traumas o dolores que nos hayan generado, fueron los que nos enseñaron a ser unas grandes mujeres.

El juicio hacia ellos, solo nos lastima a nosotras mismas, el no soltar las emociones negativas que reflejamos en ellos, nos esclaviza, nos estanca y nos hace cometer grandes errores. No debemos huir de esas emociones, debemos de aprender a identificar nuestro yo adulto; todo el amor, comprensión, compañía y enseñanzas que le podríamos dar a nuestra niña interior.

Nosotras podemos guiarnos con el amor verdadero que necesitábamos y nos corresponde darnos. A nuestros padres solo debemos de agradecerlos lo vivido, pues nos dieron la oportunidad de sanar, de crecer y de ser mejor en tu única versión. Negar lo que tienes en ti que aprendiste de tus papás aunque sea lo malo, es negarte a ti misma.

6. Saber quién eres implica reconocer nuestro espejo en otros.

Dentro de nuestro camino de autoconocimiento, es ver en los demás lo que tenemos dentro de nosotras, bueno y malo, todo lo hermosa que vez a tu amiga es algo que tu también tienes, todo lo inteligente que consideras a tu hermano o hermana, también forma parte de ti y de la misma forma, todo lo necio que te molesta de tu pareja, es algo que existe en ti pero no has reconocido y trabajado en ello, o ese negativismo que tanto te molesta de tu prima, también tu lo tienes. En menor o mayor medida, siempre estamos reflejando en los demás todo lo que has construido en ti.

7. Cambiar de decisión siempre es una buena idea.

Nada es definitivo, nada es obligatorio, y nada es una verdad absoluta, siempre es importante saber que cambiar de opinión o decidir algo contradictorio siempre será lo correcto, aunque a las personas que están en tu vida no les parezca. Se leal a tu intuición, y se fiel a lo que quieres, nadie puede vivir tu vida y seguramente será muy frustrante el no haberlo hecho por alguna decisión ajena.

8. Vivir al máximo tus emociones.

Llorar no es malo, enojarte no es malo, sentirte triste no es ser débil. Reconoce tus emociones para que puedas avanzar, evadirlas solo te hará acumular presión y no podrás vivir al máximo lo bueno. Nuestra verdadera fortaleza está en saber identificar lo que sentimos y pensamos y así actuar de la mejor manera. Por supuesto te ayudará a no enfermarte por contener todo lo que eventualmente tienes que sacar. Desahógate, disfruta ese momento también, no le tengas miedo a sentir… de eso se trata vivir.

9. Cada persona que se cruza en tu camino es un maestro.

Todas las personas que han formado parte de nuestra vida, nos han mostrado cosas importantes que aprender, nos han dejado experiencias buenas y malas pero todas merecen un agradecimiento. Estamos vivas, esa fortuna merece vivir agradecidas. No maldigamos a ninguno de ellos por que en nuestra experiencia existió dolor… para poder ver lo brillante tienes que haber visto lo oscuro, de esa manera valoras lo que si quieres en tu vida.

¿Qué opinas? ¿Ya viviste alguna de estas lecciones? ¡Compártenos tu experiencia y te invitamos a seguirnos en nuestras diferentes redes sociales para conectarte contigo misma y ser parte de Despertar Conscientes!