Defectos Perfectos

  1. ¿Podríamos lograr cambiar nuestros defectos?
  2. Todos somos un reflejo.
  3. ¿Cómo te ves?

 

Defectos perfectos-Despertar Conscientes

¿Podemos lograr cambiar nuestros defectos?

Así como el símbolo del equilibrio, el ying y el yang, no existe la luz sin su sombra, juntos generan una perfecta unión en balance, así nuestros defectos tienen su grado de luz, no hay nada que sea 100% malo.

No podemos negar que estamos en un mundo lleno de estereotipos y reglas sociales que nos hacen separar lo que esta bien de lo que está mal aparentemente. Nuestra cultura nos genera una gran lucha por pertenecer y por ser “exitosos”, lo que no nos limita a que se conozcan nuestros errores y mucho menos mostrar nuestros defectos, pues nos rechazarían.

Nuestros defectos más familiares son los físicos, ya sea por cánones de belleza establecidos en nuestra sociedad, por referencias familiares o por juicios externos, muchos llegan a influenciar tanto nuestra autoestima que llegamos a recurrir a la cirugía plástica, o a adaptar nuestra imagen para ocultarlos; por supuesto que el trasfondo es la falta de aceptación hacia nosotras mismas, pero ya llegaremos a ese punto.

Nuestros defectos “internos” son los más descriptivos de nuestra persona, algunos son muy evidentes y algunos otros los evadimos o no los reconocemos por pena pues nos han hecho creer que son muy malos.

La envidia, por ejemplo, es un sentimiento de percibir en otro algo que te gustaría tener o lograr, reconocer este sentimiento sería, aparentemente, aceptar que tú no tienes eso y eso te hace sentir incompetente. Pero la envidia no es desear lo que tienen los demás, cosa bastante natural, sobre todo cuando uno tiene poco o lo consideras así.

Lo que más y mejor caracteriza a la verdadera envidia es el deseo de que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene, de que no sea verdad que lo tenga, de que no sea cierto su éxito o no sea tanta como parece su riqueza material, pues te hace menos ante ese personaje.

Si aprendiéramos a reconocer este sentimiento y nos percataríamos de todo lo que alguien más podría sentir ante nuestro propio éxito y no nos gustaría por supuesto, así que, ante ese sentimiento reconocido, podemos ser honestos y preguntarnos el porque realmente nos incomoda, ¿por qué no nos consideramos capaces?, ¿por qué somos inseguras ante esa imagen “superior”? y entonces, a partir de ahí mejorar nuestra propia visión de nosotros mismos. También podemos modificar el pensamiento negativo hacia lo positivo, como poder reconocer lo que queremos tener partiendo de reconocer que podemos lograr si realmente nos lo proponemos.

Otro defecto que nos da pena mostrar o aceptar es el de ser egoístas. Las personas egoístas se caracterizan por querer, únicamente, su propio beneficio y siempre más de lo que ya tienen. Por lo general, los egoístas no acostumbran a compartir sus pertenencias o conocimientos con otros, y cuando no logran su objetivo, pueden llegar a ser rencorosos.

Este “defecto” como todo en la vida, en un extremo llega a ser perjudicial para la persona en sí misma y los que la rodean, pero que sucede cuando al reconocerlo podemos darnos la oportunidad rescatar los beneficios de ser “egoístas” desde el merecimiento, entendiendo que merecemos tener tiempo para nosotras, tomar responsabilidad de nuestros deseos y necesidades y ser leales a nosotras mismas. Así como comenzar con ser empáticos con el otro, pues reconocemos que son merecedores de lo mismo que tú, por lo que podrás también acceder a ayudar los demás a lograr lo que quieren, pues sabes lo importante que es eso.

Ser chismosa puede ser un gran defecto principalmente para los demás, pero las consecuencias son directas para ti, estar siempre en comentarios y ser muchas veces la causa divisoria de la imagen de las demás personas, te pondrá en situaciones muy incómodas que no sabrás como resolver, sin comentar que es difícil comenzar un chisme sin que tu termines siendo parte de él.

Verlo desde una perspectiva positiva es que eres una gran comunicadora, buscar la raíz de este defecto sería interesante pues de alguna forma u otra, buscas tener la atención de los demás y ser protagonista en los que te rodean. Escoge ser protagonista generando en lugar de chismes “buenas impresiones” de los demás. Recurriendo a la famosa frase de “si no tienes nada bueno que decir, mejor no lo digas”, de esa manera resaltarás en ti una gran virtud, ver lo bueno en los demás, expresarte como te gustaría que se expresaran de ti.

Si puedes hacer consciente la necesidad de ser parte de los demás a través de los chismes, también puedes lograrlo emitiendo solo verdades positivas de los demás y tu perspectiva del mundo y los juicios cambiarán… ¡créeme!

 

Todos somos un reflejo-Despertar Consientes

 

Todos somos un reflejo

Estamos en constante exposición a críticas externas y nosotras mismas somos quienes, muchas veces, juzgamos a quienes nos rodean en muestra de estar en desacuerdo con su forma de vestir, de ser o de vivir, pero deberíamos de ser más honestas preguntándonos en principio porque nos molesta o incomoda ese “defecto” de alguien más.

De niños aprendemos por observación y repetición. Seguro que recuerdas que cuando eras pequeño tu padre o tu madre hacia algo que tú detestabas y ahora si lo piensas probablemente también lo haces en la actualidad. Imagina que tu madre es una persona que se queja por todo y a ti te molesta cuando se comporta así, pero tú luego repites ese comportamiento, ya que has aprendido a hacerlo.

De esa misma manera funciona todo lo que vemos en nuestro alrededor, en el momento que descalificamos algo es porque quizá aprendimos que eso “está mal” y es más fácil reconocerlo en el otro que en nosotros mismos, pues tenemos que cumplir con un “deber ser” predeterminado que marca nuestra forma de vivir.

“Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma.”

-Carl Jung 

Muchas veces podemos sentirnos amenazadas por nuestras inseguridades en relación a alguna mujer o persona que vemos superior, por lo tanto, lo primero a lo que recurrimos es a emitir un comentario negativo, por que aparentemente si la juzgas a ti no te dejará en desventaja. El conflicto aquí es que realmente quisiéramos poder tener el valor de expresarnos así, de poder tener la disciplina para hacer ejercicio o solamente proyectar esas cualidades que crees que no tienes.

Podríamos modificar estas actitudes comenzando por reflexionar si nos gustaría que alguien nos juzgara de ese modo, o si es realmente un comentario que sirve para algo, de ese modo comenzaríamos a darnos cuenta que no vale la pena malgastar energía en ver primero lo malo y expresarnos de un modo tan despectivo hacia nuestro propio género, debemos hacernos consientes que todas las personas con las que tenemos contacto es una oportunidad para aprender y si somos capaces de ver nuestras debilidades para mejorarlas… que mejor!

Recordemos… “lo que te choca te checa”, actúa en congruencia con lo que esperar de los demás y reconoce que la vida te refleja todo lo que necesitas ver… aprende.

La autoimagen no es innata ni estática, sino que se va adquiriendo poco a poco, en función de las experiencias vividas, por lo que va evolucionando con el tiempo. De hecho, la percepción sobre uno en la adolescencia es muy diferente a la percepción que se tiene en la edad adulta.

 

Autoestima verse a si misma-Despertar Conscientes

 

¿Cómo te ves?

Esto sucede porque tanto el cuerpo como la mente van cambiando de un modo progresivo. Así, la identidad personal también sufre modificaciones. Pero, ¿cómo desarrollamos nuestra autoimagen? Para construirla, solemos tener en cuenta cuatro aspectos:

La percepción de uno mismo sobre las propias características, habilidades, cualidades y capacidades.

La apreciación de los demás respecto a uno mismo.

Los éxitos y fracasos que hemos experimentado.

La información que recibimos al desempeñar un rol concreto dentro de la sociedad.

Es decir, en el proceso de construcción de una visión realista sobre uno mismo influyen las opiniones de las personas más significativas en nuestras vidas y la propia autorreflexión.

Por tanto, para crear una autoimagen positiva es necesario hacer un ejercicio de introspección, analizando todos los defectos, virtudes, sentimientos, pensamientos, deseos, debilidades, fortalezas, etc., que uno tiene. Solo así podemos tener una idea global de las particularidades más importantes de nuestra personalidad.

Una autoimagen fuerte y positiva es la mejor preparación posible para el éxito.

– Joyce Brothers –

Debemos ser bastante comprensivas con nosotras mismas en estás reflexiones, entendiendo de donde venimos (lo que vimos en casa, que tipo de educación tuvimos, nuestra cultura social, etc…) y cuales son nuestras expectativas sobre nuestro futuro, podemos darnos cuenta cuales son nuestras debilidades y como podemos volverlas áreas de oportunidad. Nada es definitivo y depende de nosotras modificar lo que no nos guste de nosotras mismas, la clave esta en identificarlo, aceptarlo y entonces buscar como transformarlo.

¡Cuéntanos! ¿Tienes defectos perfectos?